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martes, 27 de diciembre de 2011

Cómo matar a tu pareja y que parezca un accidente.

Desde el otro lado de la mesa para dieciséis, veo a mi hermano maltratar una botella de anis El Mono dándole con el cuchillo y convencido que que suena a música, mientras mi marido golpea contra su rodilla una pandereta infantil, color verde fosforito, que apena se ve en su mano, al otro lado mi cuñado y otro amigo se afanan en tocar un par de zambombas, también infantiles y a las que hay que ponerles muchas ganas para que suenen. No me digáis que el movimiento que requiere la zambomba no da para mucho, es una de las cosas más pornográficas que podamos ver.
El resto les hacemos coros, sacamos todo el repertorio de villancicos, es decir los tres que nos sabemos y los entonamos una y otra vez. Los niños hace tiempo que se han cansado de nosotros y se han esfumado. 
A las cinco de la mañana mi hermano quiere asar castañas, por fin va a estrenar la sarten que compró su mujer hace años. Pero tenemos un problemas, las susodichas castañas después de un año de esperar ser asadas en un saco se han revelado y se han convertido en armas de destrucción masiva. ¿Habéis jugado alguna vez a "haz rebotar la castaña" ¿no? y a "apártate que te doy con la castaña" ¿tampoco?, pues no lo hagáis, duele.
La seis de la mañana, una gran comilona, varias botellas del espumos especial de mi cuñada y una taza de chocolate con los consabidos churros, después a la cama calentitos. Hasta aquí una Navidad en familia como la de cualquiera.
A las diez en pie, ains que nervios, me atavío con los regalos que Papá Noel tuvo a bien entregarme por la noche, llevo mi pijama rosa fucsia, mi collar, mi fular agarro la planta de Navidad para que no se sienta excluída y dejo preparado el Rumy para la partidita de después de desayunar y voy corriendo al Árbol a ver que me ha dejado en mi casa el señor de rojo. Un paquete enooooorme, vaya este año tampoco tengo diamante, ¿lencería? no parece que sea mi talla. Muevo la caja, ¿alguien puede esplicarme por qué hacemos eso? ¿alguno de vosotros ha descubierto alguna vez un regalo por cómo suena en la caja?
      -¡Ábrelo de una vez! -me insta Ace -me estás poniendo de los nervios.
      -Shhhh, calla, quiero disfrutar el momento.
      -A este paso te sirve para San Valentín.
      -En tu vida me has hecho un regalo por San Valentín.
      -Es un decir, venga abre.
Rasgo el papel como una posesa.
      -Para eso tanto cuidado -dice mi marido.
      -De todo te quejas.
Por fin mis ojos enfocan ese, ese... ese...objeto. Primero se abren enormemente, después se achinan intentando asimilar "el regalo".
      -Cariño, creo que Papá Noel, se hace mayor y se ha equivocado de casa, esto no puede ser para mi.
      -Venga ya, ¿no te encantan?
      -Encantar no es la palabra que yo usaría.
      -Pero si son super chulos y llevan rosa como te gusta tanto.
      -Y ahí acaba la lista de cosas que me gustan de este... estos... cosa.
      -Esta cosa, tiene nombre, puedes decirlo, vamos repite conmigo p a t i n e s.
      -No, no puedo, esto es un invento del diablo, si Dios quisera que llevásemos ruedas seríamos coches, no personas.
      -Y desde cuándo crees en Dios.
      -Desde siempre, que cosas se te ocurren.
      -Ya claro, venga pruébatelos y salimos a la terraza a que les cojas el gustito.
      -¡No! no me pienso poner eso en los pies.
      -Pues va a ser difícil que te los coloques en otro sitio.
Es el momento de ponerme melosa y ¿por qué no? suplicar.
     -Devuélvelos, por favor, anda he visto un conjunto interior... -intento camelarlo con ropa sexy.
     -Ah no, siempre te regalo, joyas, lencería, perfumes... es hora de probar algo distinto.
     -¿Pero tú para qué te crees que nos casamos las chicas? hoy  en día no necesitamos un macho que nos mantenga ni nos proteja, pero sí uno que nos regale estas cosas, que regaladas saben mejor.
     -¿Cómo coño has convertido el regalo de unos patines de Navidad en una discusión sobre sexos?
     -Pues no voy a patinar que lo sepas.
     -Siempre te quejas de que hacemos pocas cosas juntos.
     -Me refería a cosas como ir al cine o al teatro.
     -También dices que no quiero hacer deporte contigo.
     -Me refería al frontón.
     -La última vez que jugué al frontón contigo me pase una hora y media recogiendo pelotas.
     -Ja, te pillé. Sólo jugamos media hora.
     -Créeme, lo sé. Anímate mujer, seguro que luego te gusta -me dice agarrándome por la cintura y dándome un bocadito en el cuello.
     -Que morro tienes, eso no vale.
Al fin me decido a darle el gusto y termino de vestirme de Navidad, al pijama, el collar y el fular tenmos que unir ahora unos patines, negros con rosa chillón. La planta la dejo sobre la mesa, es una cuestión de supervivencia, voy a necesitar las manos para agarrarme.
Mi marido me ajusta los patines.
   -¡Ayyy!
   -Tienen que ir bien ajustados, ¿te aprietan mucho?
   -No -digo con un mohín y poniendo cara de pena, pero nada no se apiada de mi.
Me levanto y para mi sorpresa mantengo la vertical.
   -Mira no me caigo.
Mi marido sonríe.
   -Ahora solo falta que avances.
   -No, no te preocupes así estoy bien.
   -Bela...
   -Miércoles. Como me caiga...
Juro que me estoy moviendo, balanceo mi cuerpo hacia delante y hacia atrás pero nada estoy fija en el sitio como una estatua.
   -Esto... Bela para avanzar tienes que mover los pies.
   -Que gracioso, ¿tú sabes lo que pesan las losas que llevo en los pies?
   -Veeenga, abre un poco los pies hacia el exterior e impulsate.
Lo hago y... sorpresa me muevo y es divertido.
   -Para frenar levanta la punta del pie -oigo que me dice mi marido.
Oh, oh la terraza se acaba, voy directa a la caseta, levantar el pie, voy. Ploooofffff.
   -¡Ayyyy! -mi culo rebota en el suelo.
   -El pie entero no, la punta -me informa Ace acercándose a mi -.Cariño ya puedes soltar el ficus los has dejado sin hojas -me susurra agachándose para ayudarme.
   -Mi amor, ¿esta es tu forma de matarme y que parezca un accidente?
    

    


          

  

12 comentarios:

el amor y otras psicopatías dijo...

¡Felices Fiestas a todos!

Anónimo dijo...

¡Qué peligro teneis los dos!!!
Si es que no se os puede dejar solos!!!! Que la liais!!!!
Marisa Arias.

Olivia Ardey dijo...

Ja.... me gustaría verte de carrerilla y sin frenos por las calles alicantinas cuesta abajo... derechita a la playa! Besos.

el amor y otras psicopatías dijo...

Ya te digo menudo bañito invernal que me iba a dar, de momento sigo en prácticas en mi terraza jajaja

el amor y otras psicopatías dijo...

Por cierto no serás tú la que la da las ideas a mi marido para acabar conmigo ¿no? Olivia

Anónimo dijo...

la caña ja ja no te imagino con patines, pero menos a As comprándolos ja ja ja
"casquivana"

María Elena dijo...

Qué bueno! tanto el regalo como la historia surgida de él, jajajaja. Menudo sorpresón, a tu edad y encontrarte en el árbol de navidad unos patines, jejeje.

el amor y otras psicopatías dijo...

En esta entrada me estáis dando duro, me mandáis en misión suicida por Alicante, me llamáis casquivana y además vieja, no sé yo.
Ja ja ja ains el club de las casquivanas reunido jamás será vencido.

Sol dijo...

Sonreir dicen que rejuvenece,seguro que hoy tengo la piel más tersa que ayer.

el amor y otras psicopatías dijo...

Gracias Sol, la risa es la mejor terapia no?

Melibea dijo...

Ya estás pensando en la venganza, quiero decir, regalo de navidad de este año????. Jjajajjajajaaj

el amor y otras psicopatías dijo...

Ups pues no mira, me acabas de dar una idea.